10/02/202015/11/2020 Gonzalo Lodeiro

La cata como excusa y objetivo.

Catas

Una de las actividades más lindas que se pueden disfrutar dentro del abanico de posibilidades que nos ofrece el mundo del vino es sin dudas la de catar, degustar y disfrutar de distintas etiquetas, ver las diferencias y similitudes, la diversidad de estilos, suelos y climas. Entonces hacerte de un grupo de amigos del vino mediando la cata como excusa y como objetivo, es un camino ideal para lograr ese disfrute.

Hay tantos vinos por probar que es imposible conocerlos todos, siempre la curiosidad te lleva a querer descorchar etiquetas nuevas y la desventaja es muy evidente, sos 1 frente a los millones de ejemplares, y eso sin tener en cuenta los costos que implica incursionar, curiosear entre ellos.

No les estoy diciendo nada novedoso, a todos les debe pasar seguramente. Pero ese camino del conocimiento se hace mucho más simple cuando se arma un grupo de apasionados que comparten los mismos intereses.

Por estas tierras ya se está gestando un grupo regido por esas ganas de conocer etiquetas nuevas y poner a prueba aquellos conocimientos que cada uno trae consigo.

La primera juntada ya pasó, fue en Madrid y tuvo a la cata como excusa y como objetivo.

Recorrer los senderos del vino te hace cruzar con gente que comparte tus intereses, gente de distintas edades, idiomas y gustos, pero con ganas de lo mismo, no es nueva la frase #elvinoune.

La consigna entonces fue que cada uno llevase una botella de vino, no hubo condiciones de tipo, precio, cepa, región o crianza, la única condición que existió, que nunca se dijo pero estaba implícita, era el objetivo de catar lo más profesionalmente posible.

Para mi sorpresa, al llegar al punto de reunión, la anfitriona en esta primer oportunidad (@lacosechadeceline), había desplegado una serie de copas Riedel, para poder hacer además una cata de copas.

Llegó el momento de descorchar los vinos, todos a la vista, algunos fueron decantados y otros solamente oxigenados en copa, el criterio fue el de la lógica.

Cabe agregar que en esta reunión participaban al menos tres personas que ya cargaban con la certificación del WSET3 y se evidenciaba claramente en sus conocimientos, por lo que también pude aprender mucho por ese lado.

Wine Time!

Se descorcharon 1 vino blanco y 4 tintos. No voy a profundizar en cada uno de ellos puesto que no es el motivo de este post, pero aquí les dejo el detalle de todos ellos. Lo único que debo decirles es que todos estuvieron a la altura de la juntada, todos merecen la pena ser catados y sí, todos me gustaron.

Ya pasó la primera reunión y se pactó hacer una por mes, así que muy pronto les cuento como sigue todo esto.

Ah!!! Y atentos porque alguno de los vinos catados sin dudas irá a la sección #unVinoConJunior, así que si querían saber un poco más sobre los vinos, ahí van a tener todo la info.

Salud!