Garagewine y sus vinos artesanos

La pandemia, el estado de alarma y las restricciones a la movilidad no nos impiden seguir conociendo y probando proyectos de esos que entusiasman. No hace falta siquiera salir de Toledo para adentrarnos en el mundo de Garagewine y sus vinos artesanos.
Casi todas las historias alrededor de la elaboración del vino nos remiten a dos o más amigos, o a las tradiciones familiares, sumado por supuesto a la pasión por el vino.
En este caso se da un poco de todo, porque resulta que Jesús Toledo y Julián Ajenjo son primos, y ambos están inmersos en esa pasión por el vino, la elaboración honesta y la identidad con la tierra, con una tradición vitivinícola de 5 generaciones. Así surge Garagewine y sus vinos artesanos.
El hilo conductor de este proyecto es la elaboración de vinos varietales, la puesta en valor de variedades autóctonas y trabajar las uvas, desde el viñedo hasta la botella, de la forma más natural posible.
En el último tiempo pude probar varias de las referencias que elaboran en su bodega situada en Quintanar de la Orden, Toledo, y acá les cuento un poco sobre esos vinos.
Airén 2019.

La Airén quizás es la uva blanca autóctona más conocida en la región, pero también suele ser asociada al vino de volumen o de baja calidad enológica.
Pero ya sabemos, lo hemos visto muchas veces, que cuando esa uva denostada la trabajás con la atención y la pasión a la que nos tienen acostumbrados este tipo de productores, resultan unos vinos maravillosos.
Es el caso de este Airén 100% del Paraje Alto Losar, en Quintanar de la Orden, Toledo, donde nos encontramos con viñas de unos 80 años de antigüedad, criado sobre sus lías en tanques de acero inoxidable.
Frescura, fruta blanca, una punta cítrica, lindo volumen y largo final caracterizan a este blanco que pone en valor con creces a esta uva local. Por sobre todo es muy disfrutable.
Verdoncho 2019.

Otro varietal, en este caso de la uva autóctona más desconocida que me crucé.
Si bien hay algún debate por ahí, de si la Verdoncho es una uva geneticamente diferente de otras o si resulta una mezcla de varias uvas blancas, sea cual fuere el final de la historia, no le quita romanticismo al vino.
Y para sumarle emoción al tema, Jesús y Julián han vinificado este 100% Verdoncho procedente del Paraje Casa del Títere, situado en Villanueva de Alcardete, Toledo, como un vino naranjo o naranja.
Para ello han fermentado las uvas con sus pieles y las han macerado posteriormente durante 60 días. Y quedó buenísimo.
En nariz destacan las notas de melocotón blanco y cítricos.
En boca resulta mucho más armonioso de lo que los tiempos de maceración nos podían sugerir, con una acidez impecable y una frescura que no merma su volumen y llena, pero no cansa.
Un comodín súper gastronómico.
Cencibel 2017.

Elaborado 100% con uvas tempranillo de viñas plantadas hace unos 50 años, en el Paraje La Venta, situado en Quintanar de la Orden, Toledo.
Este vino varietal se ha elaborado sin crianza y con la menor intervención posible.
En nariz aparece la fruta roja al frente, con una nota más fresca por detrás.
En boca es un vino franco. Con su cuota de frescura y sin perder volumen destacan las notas frutadas y especiadas.
Tal como te había contado →AQUI← es un vino que merece darle un tiempo de oxígeno para que se abra bien en copa.
Brujidera 2018.

La Brujidera o Moravia, se viene transformando en mi uva fetiche, porque los vinos que vengo probando de esta cepa me gustan mucho.
En este caso también hablamos de un vino varietal sin crianza, con uvas provenientes de viñedos plantados hace 33 años en el Paraje El Pocillo, situado también en Quintanar de la Orden.
De esos vinos jugosos, con mucha fruta y vivacidad que destacan tanto en nariz como en boca, con una puntita herbácea que corre por detrás y le da la frescura ideal para que este sabroso vino sea de trago peligrosamente fácil.
6 de 7 2018.

La fortuna o la suerte hizo que cayera en mis manos una de las 108 Magnum que han embotellado de este 100% Cencibel o Tempranillo del Paraje La Venta que ya les mencioné.
Sin embargo, en este caso el vino ha sido elaborado con crianza en barricas de roble francés y americano durante 11 meses, o como nos indican Jesús y Julián, 336 días.
Por supuesto que la forma de tratar la uva desde el viñedo al embotellado no ha cambiado su filosofía, así que lo que tenemos aquí es el tinto con crianza de Garagewine y sus vinos artesanos.
Un Tempranillo que en nariz esas notas de fruta roja se muestran un poco más maduras entremezcladas con frutos negros, y las especias se acomodan perfectamente con los aportes de la crianza.
En boca se condice con lo que nos muestra la nariz, con un paso que se hace ancho, que llena pero sin perder su frescura y fluidez, con un tanino fino y final persistente con un agradable recuerdo.
Tinto Velasco 2019, el Vino Solidario.

Cierro las reseñas con este tinto sin crianza, elaborado con la uva autóctona Tinto Velasco, y con una producción más que limitada de 598 botellas.
Las uvas provienen del Paraje Fuente Peinado, situado en Corral de Almaguer, Toledo, de un viñedo ajeno a la familia, plantado en 2014.
En nariz destacan las notas de fruta roja, que luego se harán presentes en boca, donde resulta un vino armonioso, con buen volumen y taninos suaves, prolongándose en un largo final.
Pero este tinto, además tiene una particularidad muy importante, y es que estamos hablando de un vino solidario.
A través de la venta del Tinto Velasco, se recaudan fondos para Asprodiq, una Asociación de Quintanar de la Orden, dedicada a la prevención y tratamiento de alteraciones en el desarrollo y la atención individualizada de personas con capacidades diferentes, con miras a mejorar su calidad de vida y la de sus familias.
Así que al descorchar una de estas botellas no sólo estarás disfrutando de un vino artesano, sino que además estarás ayudando a quienes lo necesitan.
Bueno, hasta aquí lo que he podido probar de Garagewine y sus vinos artesanos, me queda pendiente visitar la Bodega pero para eso habrá que esperar a que cesen las restricciones a la movilidad decretadas por la pandemia.
Salud!
Amigo me encantó la nota!, no solo por la descripción de los vinos y varietales, sino por la historia detrás de cada etiqueta!, sobre todo la del Tinto Velasco, por la obra solidaria y benéfica que realizan!, siempre interesante tus notas!!
Gracias Marcos! Siempre las historias así llenan, y más cuando el vino esta muy bueno! Que mejor disfrutar de un vino, mientras estás colaborando con alguien que lo necesita! Salud!
Interesante el Cencibel, habrá que probarlo y se te reportará 😉
Gracias por pasarte Robert! Luego me cuentas!